Sobre los contenidos
de la clase de música del día 12 de abril del 2013 podemos decir
que la clase ha comenzado escuchando dos audiciones muy conocidas de
fondo.
Posteriormente se ha
producido una reflexión por parte del profesor en la que nos lanza
la pregunta de ¿cómo se han de trabajar en el aula determinados
conceptos de la música como son la melodía, el ritmo, la rítmica,
la entonación, etc.
El profesor destaca
como idea principal, que la música, ha de tener un objetivo claro.
La música ha de servir para que el niño se divierta con ella,
aprenda a expresar sus sentimientos a través de ella con la ayuda de
su cuerpo y que tanto nosotros, como docentes, como los alumnos, no
hemos de preocuparnos tantos por otros aspectos menos importantes de
ella como son su evaluación.
Una compañera de
clase comenta que bajo su punto de vista, en las aulas de educación
infantil hay una carencia importante de danza, explica que si se les
enseñan muchas canciones infantiles y a aspectos como el
conocimiento de los instrumentos, el tempo, los pulsos, el ritmo,
etc., pero no se les enseña a los alumnos ningún tipo de danza y
esto no favorece que el niño adquiera el gusto por la música y
aprenda a expresar sus sentimientos a través de ella.
El profesor explica
que comprende la idea que está exponiendo la compañera y que la
comparte, además añade que en educación infantil son muy
importantes la realización de coreografías y bailes sencillos para
que los niños aprendan precisamente a expresarse con su cuerpo a
través de la música. Un aspecto a destacar del comentario del
profesor es su idea que los docentes de educación infantil tienen
miedo a trabajar en el aula, con los niños, los movimientos.
Para el profesor,
los alumnos primero han de controlar, en la música, el ritmo y el
tempo y lo último será controlar la sensibilidad expresiva. También
resalta de manera constante que el niño ha de conectar con la música
ya que solo así podrá expresarse a través de ella.
Posteriormente y
tras el momento de reflexión y comentario grupal de la clase,
recordamos lo trabajado el día anterior (el canon, el silencio, la
memoria corporal, la canción de “mi bicicleta”, etc.)
Después de recordar
lo trabajado el día anterior comenzamos a realizar los ejercicios.
El primer
ejercicio
que realizamos es un ejercicio en el que se trabaja la coordinación
rítmica motriz a través de la expresión corporal. La trabajamos a
través de cuatro compases de dos tiempos. El profesor comenta que
esta actividad puede estar destinada a todas las etapas de educación
infantil, pero que para la etapa de tres años, lo ideal sería
utilizar dos compases de dos tiempos, en vez de cuatro compases de
cuatro tiempos.
En este primer
ejercicio se trabaja principalmente, además de la expresión de la
música a través del cuerpo, el equilibrio, la dinámica corporal,
la lateralidad (ya que se utiliza la derecha y la izquierda) y la
flexibilidad.
El ritmo del
ejercicio se centra principalmente en la utilización de palillos,
palmadas, rodillas y pies).
Cada compás que se
trabaja en este ejercicio lleva una figuración (negra, blanca,
corchea y semicorchea). Algo que nos ha resultado muy característico
durante la realización de este ejercicio es un comentario del
profesor que ha dicho que cuando la figura blanca se mueve, el cuerpo
canta.
En este ejercicio,
lo que más trabajo le puede costar al niño, es la percepción
visual motriz.
El segundo
ejercicio
que llevamos a cabo consiste en realizar un canon a dos voces (A y B)
en intervalo de un compás. El objetivo principal de este ejercicio
es el trabajo de las articulaciones y la lateralidad.
Después realizamos
una modificación del ejercicio y le ponemos un sonido a la blanca en
cada grupo del canon. El grupo A elige el sonido (a) y el grupo B
elige el sonido (e). En este momento el profesor nos trata de hacer
ver lo simple que son los sonidos que hemos elegido y para ello nos
pone una audición en la que aparece tanto música como canción y en
todo momento sonidos de fondo.
Posteriormente se
vuelve a modificar el mismo ejercicio, esta vez, realizando un canon
a cuatro voces. El grupo A elige el sonido (o), el grupo B elige el
sonido (shhh), el grupo C elige el sonido (clon) y el grupo D elige
el sonido (plim).
El tercer
ejercicio
se realiza siguiendo la misma estructura del segundo ejercicio pero
en él se trabaja la intensidad. El profesor indica la intensidad a
través de la postura en la que pone unas baquetas que tiene en su
mano. Las tres tipos de intensidad que se trabaja son (fuerte, medio
fuerte y piano).
En el cuarto y
último ejercicio que
hemos realizado hemos trabajado el silencio. El primer silencio que
hemos trabajado se encontraba en el segundo timbre (en las palmadas)
y el segundo silencio que hemos trabajado se encontraba en el tercer
timbre (en la negra).
Para trabajar el
silencio, el profesor ha hecho cuatro grupos y lo ha realizado a
través de un canon.
Posteriormente se ha
introducido al ejercicio un sonido onomatopéyico. El primer grupo ha
elegido el sonido (papapapa) el segundo grupo el sonido (tucutucutu)
el tercer grupo el sonido (tocotocoto) y el cuarto grupo el sonido
(tiquitiquiti).
Con la realización
de este ejercicio ha concluido la clase.
Como reflexión
personal pensamos que la clase de hoy ha sido muy interesante ya que
se ha establecido en la clase un debate acerca de cómo se han de
tratar determinados conceptos de la música para hacerlos más
atractivos a los alumnos y que les sean útiles, aprendiendo
realmente. Además también vemos que ha sido una clase muy
productiva debido a que hemos trabajado aspectos muy importantes como
el canon, la coordinación rítmica motriz a través de la expresión
corporal, la lateralidad, la dinámica corporal, la flexibilidad, el
trabajo con las articulaciones y el trabajo con las distintas figuras
(negra, blanca, corche y semicorchea).
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